NACIMIENTO

«Aceites el Tilo» nació en el seno de una familia humilde que ha trabajado y dedicó su vida a la agricultura. Situado en la sierra de las Villuercas (Cáceres), donde existe una gran tradición olivarera, el aceite obtenido de sus olivos transmite todo el amor de la tierra cultivada por la familia Santos Díaz.

A orillas del río Ibor, la vida salvaje es muy rica; por suerte, la finca es frecuentemente visitada por ciervos, jabalíes y zorros. La empresa recibe el nombre de «el Tilo» debido un tilo muy de larga edad que ha visto crecer los olivos durante todos estos años.

Todos los esfuerzos y conocimientos sobre el terreno y la agricultura olivarera han sido transmitidos de generación en generación, lo que ha mejorado y se ha traducido el perfeccionamiento y refinado la calidad de nuestro aceite de oliva mono varietal.

COMIENZOS

Todo comenzó en 2013, cuando Jaime Carlos Santos Barroso compró las 35 hectáreas con 2000 olivos de más de 50 años de secano. Después de un año, 7000 olivos exclusivamente de la variedad Cornicabra se plantaron con un sistema de riego por goteo. En la finca hay otras 30 hectáreas de bosque mediterráneo con especies ibéricas protegidas como el enebro.

Sólo se utilizan aceitunas de la variedad Cornicabra para la producción de un aceite de oliva virgen extra mono varietal único. La recolección se realiza a mediados de noviembre, exactamente cuando las aceitunas están en su punto óptimo de madurez.

ACEITE EL TILO

Nuestro aceite de oliva mono varietal es de estilo tradicional, con un frutado de aceituna con notas más maduras que verdes,  con recuerdos a almendra y  manzana; en boca es algo dulce a la entrada, con ligero sabor a almendra,  amargor bien  perceptible y algo menos picante.  Un aceite agradable que combina  bien con los alimentos. La calidad virgen extra de nuestros aceites los hace ideal para consumo en crudo, vinagreta, maceración con hierbas aromáticas, ajo y también para el uso diario en la cocina.

¿Quieres conocer aún más? ¡Escríbenos!